Se acerca la Navidad cristiana. Llueve y hace frío aunque no tanto frío como cuando yo era un niño. Cuando yo era un niño, durante el invierno, mi madre me llevaba de la mano por las calles y callejuelas nevadas de Zaragoza......me llevaba através de aquella nieve hacia las fachadas barrocas de las iglesias. Yo trataba de girar mi cabeza embutida en el pasamontañas para ver todo aquello que me rodeaba y me fascinaba.
Y yo no sabía que todo aquello me fascinaba.....solo más tarde fui conciente de ello. Dentro del templo, mi madre soltaba mi mano y acercándose a una pila de marmol, introducía su mano y se santiguaba susurrando algo. Después, nos dirigíamos a uno de los bancos de madera ante el altar y ella se arrodillaba en uno de ellos cubierta su cabeza con una mantilla negra. Yo, a su lado, no sabía que hacer; dedicaba mi tiempo a observar las oscuras esculturas, unas en piedra y otras en madera que surgían de las penumbras de los muros y altares. Tan solo podían oírse las pisadas de los fieles de rostros hieráticos y severos. Salían y entraban como un goteo de las capillas laterales y surgían de detrás de las columnas o entraban y salían através de la chirriante puerta principal. A un lado, aparecían los confesionarios en talla gótica con una lucecita en su parte superior, a veces roja, a veces verde. Una cortinilla ocultaba al sacerdote que estaba sentado en su interior y un susurro quieto y misterioso salía de allí dentro. Una paloma entró volando a través de las bóvedas, se posó en el ojo del altar central y desapareció. Siempre me he preguntado lo que pudo haber sido de aquella paloma. Por aquel tiempo yo no podía ni imaginar lo que HaShem tenía reservado para mi vida y aun ahora lo ignoro pero presiento que soy llevado por El, como siempre ha sido y mi madre lo sabía y mi Rabino lo intuye, un Rabino que venía de muy lejos, de un lugar que se llama Israel que yo no conocía. Mi galaxia interior se funde en una más grande sin colisionar. Qué maravilla cuando lo contemplo! Barzilai Kellajer
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He had lived almost his whole life on a fir tree's branch. He had always seen the danger crawling under him but he never could fathom the danger coming from above. In fact, he never knew wether the danger came from above or below him or simply, from nowhere.
Some ephimeral companions had been posturing near him from time to time and some among them seemed to be eternal while others were clearly fleeting at first sight. He was asking himself all the time about his mission in this world if there really was such a mission. He even asked himself wether the world itself had a mission. Apparently, everything seemed to be uselessness , he didn't know why he was on that tree branch and he thought and thought about all those things. He never got tired either of listening other companions' voices but they were also ephimeral. Sometimes it seemed as if they were to renain there for ever but sooner or later they were silenced and disappeared; others seemed to be more reliable and durable creating a fake image of reality till they faded away in a blurring and intangible eternity. He got the feeling he could not sing anymore; he felt old and tired and deluded and without wishing eternity after all the things he had heard and seen from his branch and yet......in the deepest of his heart, he kept the hope when he saw the sun coming from the west, from what once was his home. In spite of sun's perseverance, he felt already old and tired to start a journey to the East for it could be another fake coming from the nothing and yet, the sun insisted on it every morning! Barzilai Kellajer Había vivido casi toda su vida en la rama de un abeto. Había visto los peligros pasar por debajo de él pero nunca se imaginó que el peligro podrìa venir de arriba. En realidad, él no sabía si los peligros venían de abajo o de arriba o simplemente de ningún lugar.
Algunas compañías fugaces se habían estado colocando a su lado de tanto en tanto de las cuales alguna parecía ser para siempre mientras que otras se veían claramente pasajeras desde un principio. Se preguntaba por su misión en este mundo si es que realmente tení alguna. Se preguntaba si incluso este mundo tenía una misión. Aparentemente, todo parecía un sinsentido y no sabía porqué se encontraba en aquel momento posado sobre aquella rama y pensaba y pensaba sobre todas estas cosas. Tampoco cesaba de oír los alegres trinos de otros compañeros de vida pero incluso ellos eran fugaces. Alguna vez, parecía que alguno de ellos iba a ser duradero pero más tarde o temprano terminaba por silenciarse y desaparecer; otros parecían más insistentes y creaban la falsa ilusión de realidad hasta que se difuminaba en difusa e intangible eternidad. Sentía que ya no le quedaban fuerzas para cantar. Se sentía viejo y cansado y había perdido la ilusión por la eternidad tras haber visto y oído tantas cosas desde su rama y sin embargo.....en lo más profundo de su ser, él guardaba la esperanza cuando el sol le indicaba el camino hacia el Este, hacia lo que algún día había sido su hogar. A pesar de la perseverancia del sol, él se sentía ya cansado y viejo para iniciar un viaje hacia el Oriente que posiblemente además, no sería otra cosa más que otro trino proveniente de la nada. Y a pesar de ello, el sol insistía cada mañana desde el Este ! Barzilai Kellajer |
AuthorBarzilai Benklawer Kellajer Archives
March 2018
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Liviya Hansen