Siempre recuerdo a mi padre haciendo compras en aquella gran droguería donde se podía encontrar de todo, desde vajilla a herramientas para mecánica, carpintería o bricolage.
No era aquella gran droguería como las droguerías de ahora. Las droguerías de ahora son más luminosas, más frías, más triste-alegres. Aquella droguería no era así porque era una droguería de los años 50 o 40 y tenía unos largos pasillos formados por estanterías repletas de cajas de tornillos, cubos de plástico, escobas, cepillos, sierras, limas, anillas.......y mi padre caminaba lentamente por aquellos pasillos observando concienzudamente y sin prisas todas aquellas cosas......cogiéndolas, examinándolas y volviendo a dejarlas en su lugar. Yo le examinaba a él, alto, con bigote y en su grueso y largo abrigo azul con grandes botones negros. Me comentaba: " ¡ si yo hubiera tenido estas herramientas en mis tiempos..... ! ", y después seguía ensimismado en las herramientas ......y yo le observaba a través de las estanterías mientras leía los objetos con interés. Aquella droguería tenía el nombre de un rey cristiano y tenía dos puertas de acceso: una orientada hacia el suq árabe y la otra hacia la Judería. Mi madre me llevaba de la mano al salir del suq y atravesar la Judería para llegar a la iglesia cristiana...y en el lecho de la Mezquita y de la Judería estaban ahora en pie sendas iglesias cristianas. Los mármoles multicolores reflejaban el brillo de los cirios en los muros de la basílica mientras un musulmán vestido de paisano me dijo que yo tenía el Islam en los ojos y me regaló un anillo de plata y un sacerdote católico me comentaba en privado que yo había nacido para ser feliz. Sin embargo, era un mediodía de verano cuando yo caminaba por la antigua callejuela de la Judería y los viejos tejados dejaban la mitad de sus casuchas en la penumbra. Fue entonces cuando le vi venir hacia mí, vestido con un pesado atuendo oscuro, caminando cansinamente, apoyándose en las paredes y un viejo sombrero negro cubriendo su cabeza cana. Eran sus ojos de un color verde oscuro y su barba era de color blanco pálido. Cuando nos cruzamos, nos miramos el uno al otro sin decir nada. Después de algunos pasos, miré hacia atrás y observé por unos instantes como se alejaba lentamente por aquella callejuela. Y en mi interior sentí una profunda e inexplicable simpatía por él. Barzilai Kellajer
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Una cosa que me averguenza es mi falta de compasión hacia lis demás, no solo hacia los malvados sino también hacia los necesitados de ayuda no ya solo material sino también espiritualmente.
Juzgo con dureza a los demás cuando yo mismo exigo de los demás que me juzguen con suavidad. Veo en mi interior como una rosa fragante y salpicada de rocío a manera de diamantes resplandecientes sobre pétalos de terciopelo, que nace y sube hacia HaShem pero me entristezco cuando, como de costumbre, esa rosa se marchita y seca en un instante. Como torrentes que se precipitaran sobre mí, contemplo a mi mente inundarse de pensamientos que procuran la muerte de mi flor.....y hasta ahora la han matado cada día. Lo único que busco con mi Judaísmo es la ayuda de HaShem y su Pueblo para que mi flor resucite para siempre en este mundo hasta el momento de abandonarlo y llevar conmigo a la Creación entera para verLE cara a cara, sumirme en EL, desaparecer en EL y ser UNO con El. Como el recien nacido que añora el vientre materno, así añoro yo a mi HaShem. Barzilai Kellajer Veo a los Hassidim bailando, cantando, saltando, acompañando la música con el movimiento enérgico de sus manos y brazos....... la alegría de sus voces invade mi espíritu y me acerca a ellos.
Para mí son de rostro extraño, visten extrañamente y miran extrañamente pero al anciano Hassid de doble larga barba con lentes redondas en su atuendo de Hassid, le daría un largo y fuerte abrazo pues su figura es deliciosamente coqueta y amorosa, asomando sus zapatitos negros por debajo del faldón cuando camina a pasos cortos como un muñequito al que te gustaría tener en brazos. Saltan juntos con sus brazos entrelazados al son de una música puro ritmo que a cada repetición de fragmento eleva un poco más mi corazón hacia mi amado HaShem a quien nunca abandonaré. Llevan los mismos sombreros que llevaban en el guetto de Varsovia y en otros lugares de la Europa criminal. Aunque ellos no me conozcan ni sepan quien soy, yo les amo de todo corazón aunque no les conozca, ni sepa quienes son. Qué alegría en su alegría! Oigo las campanas de la iglesia cercana. Tocan a misa. La tristeza me invade súbitamente pues su sonido me lleva bajo cúpulas lúgubres, cantos de dolor y amargura resonando en muros oscuros y olor a incienso. Cansado estoy de ver a un hombre crucificado, sangrando y con los ojos cerrados por la muerte. Ese no es mi Dio. Tampoco quiero un ser humano horriblemente asesinado que pague por mis pecados. Eso yo lo rechazo, lo detesto y lo odio ...odio ese sacrificio humano cruel y salvaje. Mi Dio, es diferente. Mi Dio es todo amor y bondad y no desea el sufrimiento de nada ni de nadie. Ese es mi Dio ! Yo no le conozco, ni si quiera sé su nombre, pero le presiento todo el tiempo. Sé que está aquí y ahora y siempre. A El le gusta existir eternamente y me espera. Yo iré. Cuánto dolor siento sin embargo al dejar el dolor. Yo era feliz en mi dolor. Aquellas bóvedas oscuras, aquellas altas columnas, aquellas imágenes de vírgenes, cristos, santos...... capillas coquetas e íntimas que me atraían con fuerza irresistible..........mi paz con mi beso a la imagen....el sacerdote elevaba un sol blanco en su mano.....y de la oscuridad del interior del confesionario de madera surgía una voz solemne y muerta que decía : " ego te absolvo in nomine......"..... Cuánto sufrimiento al pasar del dolor a la alegría! Barzilai Kellajer Ayer fue el primer ayuno que yo he hecho en mi vida; no recuerdo haber hecho un ayuno antes. Lo hice mal pues no empecé a hacerlo a la hora debida pero sin embargo aprendí algo.
Aprendí que soy un "comida- dependiente"; yo podría vivir igualmente consumiendo una tercera parte de lo que normalmente consumo y mi organismo seguiría viviendo normalmente o incluso mejor. No me hace falta comer las cosas que más me gustan y que más suelo comer. La verdad es que puedo vivir sencillamente y al mismo tiempo vivir mejor. A lo largo del ayuno iba yo sintiendo cada vez más hambre pero al mismo tiempo me sentía feliz. Me sentía feliz y ligero......y no podía evitar estar sonriendo de felicidad; no entiendo ahora porqué uno ha de estar triste cuando ayuna; yo, por mi parte, solo sentía hambre y felicidad. Siempre había oído que quien ayuna tiene el semblante triste......mas yo tenía mi semblante sonriente. Qué poco hace falta para ser feliz! ; en mi caso, observo que no tener nada en el estómago me hacía feliz. Lo único que me causó molestia fue el tiempo previo antes de iniciar el ayuno pero una vez iniciado el ayuno, empezaba a sentirme más y más feliz. Ser Judío en solitario es una tarea difícil para mí. Ayer encendí las velas del Shabat cubierta mi cabeza con mi talet. Lo hice en mi hogar, a solas. Me hubiera gustado haberme casado con una mujer Judía practicante y kosher pero, por lo visto, Hashem me tenía que enseñar unas cuantas "lecciones" más, para que no las olvidase de nuevo. El ayuno hizo resurgir en mí el deseo de hacer tsedaká sin saber muy bien porqué. Luego, cuando pasó el ayuno y mi estómago volvió a estar lleno.....ese deseo intenso de hacer tzedaká desapareció como por encanto. Incluso mi mente se reestructuró de nuevo según el mundo y no según lo que Hashem me está enseñando cada día. Qué difícil me es abrir las ventanas de mi casa para que entre la luz. Barzilai Kellajer Bajando por la amplia avenida llegué hasta las murallas y percibí que yo ya había estado allí; la visión me era familiar.
Hashem ya me había preparado para esto ? Hay restos de murallas romanas en mi ciudad natal con torres cilíndricas.....y pasando a su lado con mi madre, me contó ella que los romanos solían llenar aquellas torres con aceite y arrojaban allí a los cristianos. En una ciudad donde viví muchos años había también murallas, muy grandes que rodeaban un monte y ellas me dieron consuelo pues eran de piedra dura, resistente y se cubrían a veces de plantas y musgos en el lado norte. Me quedé pues mirando las murallas de Jerusalén para ver si me decían algo pero no me dijeron nada; sólamente fue el primer saludo como si me hubieran dicho " hola, tanto tiempo!" y después permanecieron en silencio. Yo quería preguntarles muchísimas cosas..pero no me dijeron nada más. Supongo que sería debido a que esas murallas tendrían que atender a tanta gente como yo ....! Yo era uno más y habría incluso personas que necesitarían las respuestas mucho más que yo ....al fin y al cabo yo estaba solo de paso y pronto las volvería a abandonar. Pronto las volveré a ver pero tengo casi la total seguridad de que no me dirán nada más...; qué más podrían decirme? Creo que ya me dijeron en unos segundos todo lo que yo tenía que saber. Barzilai Kellajer Tengo los billetes ya en mi casa. Me gusta mirarlos. Está decidido.
Satán no me deja en paz. No quiere que yo vaya a Jerusalén. Utiliza a mi hija y su novio para atacarme desde la mañana hasta entrada la noche. Satán es muy poderoso, mucho más de lo que yo pensaba. Me conoce bien y sabe de mis puntos débiles. Cuánto daño me está haciendo! Siempre que me he acercado al Judaísmo o Israel..... he sido objeto de burla y de sorna. Satán está empleando toda su influencia para detenerme......para entristecerme y herir mi corazón. Siempre ha hecho lo mismo y utiliza todo tipo de armas. Su juego es tremendamente sucio y traicionero. No hay en él honor en el combate y la decencia le rs desconocida. Muchas veces durante toda mi vida me ha estado persiguiendo e hiriéndome una y otra vez, de continuo...... Pero he estado resistiendo a pesar de su extremada maldad y malas artes. Es un criminal sin alma y no acepta el bien. Y prefiere morir antes que dejar su presa pero al parecer Hashem le utiliza para que yo me de cuenta de que he de decidir entre Satán o Él. Yo ya me decidí hace mucho tiempo y quisiera que Hashem ahora ya le bloqueara y me dejase en paz. Satán me ha quitado los colores de la vida y pocas cosas ya me causan alegría. Cuando me vaya de este mundo quiero volver con mi Pueblo que yo sé que es Israel aunque no lo he sabido hasta hace muy poco....por algo le buscaba en las Juderías de Tarazona, Zaragoza, Ibiza....y no le encontraba porque sus casas estaban vacías y en ruinas....y se reían de mí por no encontrar a nadie en aquellas callejuelas frías y desiertas. Como loco solitario vagaba yo buscando a mi Pueblo en las abandonadas Juderías. Alguien me dijo: " anda, vuelve a casa. Aquí ya no vive nadie. Todos de marcharon hace ya muchos tiempo y no volverán." Entonces yo me eché a llorar y la gente se reía al verme.." está loco" pensaban. Barzilai Kellajer Estos días pasados retumbaban las calles con el sonido estruendoso de tambores, tubas y trompetas. Inacabables colas de gente serpenteaban pod calles y avenidas formando como a manera de orillas de un río de aguas oscuras y ensordecedoras.
Niños y adultos contemplaban el paso macabro de carruajes cargados con escenas terroríficas de figuras de un ser humano cruelmente tratado y asesinado o de una muñeca con puñales clavados en su corazón como si todo aquello fuera el desfile de una galería de los horrores. Los carruajes eran empujados por grupos de personas con el semblante triste y demacrado e iban escoltados por filas de soldados y cofrades cubiertos de pies a cabeza con unos amenazantes uniformes negros a manera de largas túnicas y acabados en una capucha de alto pico con dos orificios por donde se intuía una mirada cruel y despiadada que atemorizaba a quien se atrevía a mirarles cara a cara. Siempre me han dado miedo esos cofrades. Cuando yo era un niño ya me daban miedo. Y yo pregunté a mi madre una vez: " mamá, quienes son esos?" Y ella me dijo :" son los Judíos"....y entonces noté como el mal quería entrar en mi corazón ....pero no pudo ya que la respuesta me dejó impasible. Lo recuerdo muy muy bien. Sin embargo, los que más miedo me daban no eran los encapuchados de alto pico sino otros enlutados que cubrían su cabeza con algo que a mí me parecía un trapo negro cuadrado que cubría su cabeza y sus hombros. Y todos llevaban cirios con una bombilla alimentada con pilas. Había también desfilando unas mujeres de rostro apesadumbrado y casi llorando con una mantilla negra que colgaba de una peineta y otras personas sin rostro caminando descalzas y arrastrando ritmicamente unas pesadas cadenas esposadas a sus pies. También había niños disfrazados unos de soldados romanos, otros de Judíos, otros de árabes....desfilando sonrientes tocando tambores y panderetas que parecía les divertía todo aquello pues a los niños les gusta hacer ruido allí donde sea y muy especialmente cuando se sienten observados por los mayores que parecen disfrutar viéndoles. Decidí volver a casa pues me fatigaba y deprimía todo aquel espectáculo y sin embargo, aun estando ya en mi casa, seguían retumbando los tambores y chirriando las trompetas hasta que su sonido se alejó lentamente y por fin murió. Barzilai Kellajer Indudablemente, Dio me habla cada día y de manera diferente, a veces en pequeños detalles y otras veces en grandes acontecimientos. El me indica la dirección hacia el Judaísmo de manera muy clara y precisa aunque a veces también de manera extremadamente sutil.
Me muestra cuán grande es su poder y su misterio. En el otoño de mi vida, El quiere que yo viva en primavera. El no quiere escuchar mis palabras cuando le digo que mis ojos ya no se alegran como lo hacían antes al ver los colores de las flores en los montes y en los valles. No quiere dejarme. El no se cansa de mostrar ante mis ojos todas las maravillas que puede hacer con la materia y con la vida. Espero también que un día me explique cara a cara muchas cosas que no puedo comprender. Que Dio se interese por mí me halaga y me desconcierta. Qué puede querer de mí el Creador de todo cuanto existe? El no necesita nada ni a nadie y mucho menos a una persona tan débil y perdida como yo. Entonces.......¿ porqué me hace pasear en soledad por las callejuelas abandonadas de mis Juderías? Las Juderías estan vacías en España. Sus moradores actuales no son Judíos sino extraños gentiles y muchos de mis antiguos hogares están destruídos y sus casas desmoronadas. A veces los turistas caminan en ellas y toman fotografías de sus ventanas cerradas, de sus balcones cerrados pero no de los vanos de puertas y ventanas vacíos, de piedra y asolados No oigo los antiguos cantos de la Sinagoga y no veo a mis amigos sentados en el suelo en invierno , a ambos lados de su entrada, para que el sol les diese calor a sus vidas y a sus corazones. Entre nosotros, como entre los demás gentiles, había de todo. Los había que no eran dignos de nuestro pueblo y los había también de gran corazón y muchísima sabiduría. Siempre en nuestras Juderías, perseguidos, despreciados, ignorados como aquella vez en que las masas de salvajes bajaban por aquella callejuela, gritando como fieras embriagadas, armados con palos y armas para golpearnos, robarnos y matarnos. Daban y dan miedo estas bestias salvajes. Siempre han existido y siguen existiendo. Pero a pesar de todo ésto, lo único que pido a Dio es que me de sabiduría y un alma que sea capaz de amar a toda la Humanidad pues no tengo ni lo uno ni lo otro y eso me causa tristeza eterna. Barzilai Kellajer Qué difícil es vivir en un mundo sin Hashem.! Los reyezuelos del mundo gobiernan el mundo y no quieren compartir su poder con Aquel que les dio la vida y todo lo que poseen. Pero ellos y ellas no creen que exista Hashem. A veces, esos reyes y reinas, príncipes y princesas, entran en oscuros templos y hablan con sus dioses hechos a su imagen y semejanza; esos reyes y reinas se hacen dioses y diosas a imagen de ellos mismos y de ellas mismas y se adoran así mismos através de sus propias creaciones y el mundo les alaba y envidia por ello.
Ellos creen que no hay lugar en este mundo para Hashem. Hashem les molesta por muchas razones y no quieren verle ni oír de El. No quieren sus leyes ni sus preceptos y cuando se arrodillan ante sus dioses lo hacen tan solo con su cuerpo mas no con su alma. Ni siquiera son capaces de arrodillarse ante sus mismísimos dioses! No saben lo que quieren. Pero yo, hoy por la mañana, mañana fría pero soleada, he sentido a Hashem abrazándome y transmitiéndome una agradable sensación de amor y bienestar. Ha sido por un breve tiempo pues si fuera por un tiempo largo yo me habría convertido en un ángel pero de momento todavía debo permanecer aquí por alguna razón hasta que El me permita fundirme en su Ser para siempre. Barzilai Kellajer |
AuthorBarzilai Benklawer Kellajer Archives
March 2018
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Liviya Hansen